martes, 19 de junio de 2012
365 revoluciones
Dos sabios se sentaron a discutir. Ambos sabían que el otro era sabio, pero ambos desconocían que ellos mismos lo eran. Sin embargo, lo eran. Uno de los sabios había estado observando el mapa del cielo durante años. El otro había estado observándose a sí mismo. Ambos eran expertos en universos infinitos. Uno sabía de luz; el otro, de sombra. Uno alzaba el cuello para poder estudiar, y el otro se mesaba la barba. Pero habían llegado a la misma conclusión.
-Es diecinueve de junio. Mañana amanecerá antes que hoy. Pero pasado mañana ya no ocurrirá eso. Cambia el ciclo.
-Es diecinueve de junio. Ayer tenía más futuro que hoy. En el tiempo y en la intención. Literal y figuradamente. Cambia el ciclo.
-¿No será que el ciclo está cambiando constantemente y nosotros, los hombres, hemos decidido acotar sus puntos de inflexión?
-¿No será que el futuro es la parte soleada y el pasado la sombra que proyectas, más larga según te acercas al foco de luz?
-Para haber pasado tanto tiempo mirando tu interior, sabes mucho del Sol.
-Para haber pasado tanto tiempo mirando al cielo, sabes mucho del hombre.
No dijeron nada más, se quedaron allí, el uno mirando hacia arriba y el otro mirando hacia abajo. Uno buscando al Sol, el otro buscando al hombre. Pero ambos estaban pensando en lo mismo: Hostia puta, a ver si al final también yo voy a ser sabio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario