El tipo poroso

Invertí mucho tiempo y esfuerzo en encontrar al tipo poroso. No era fácil localizarlo. No tenía hábitos ni preferencias. No tenía suerte, ni buena ni mala. Nada era para él más preciso que la aproximación. El tipo era poroso. De orejas pendientes, ojos rápidos y plástica actitud. Era un ocho. No quedaba bien en ninguna sala, desentonaba. Su única brújula era el caos, a veces el suyo propio y a veces el de otros. Miraba su reloj veinticuatro veces al día y digamos que unas sesenta cada hora. Era el hombre cuántico, nunca elegía. Y solía hacer chistes sobre las cosas que no entendía. Hablaba del futuro como si ya estuviese cansado de él; y del pasado como si se le viniera encima cada día. No le importaban los colores, estaba demasiado ocupado sólo con la luz y la sombra. Las cosas, paso a paso. Y podía estar horas pensando en asuntos como lo técnica y sonora que es la palabra escupitajo. Sus manos eran la mitad de su existencia. Sus pies, las otras tres cuartas partes. Armado. Tranquilo pero imprevisible. Y yo lo encontré. Y hablé con él.

-Hey, usted debe de ser el tipo poroso.

-¿Debo? O sea que tú opinas que ser el tipo poroso es un deber para mí.

-Lo siento, era sólo una deformación.

-Entiendo lo que es una deformación. ¿A qué has venido?

-Quiero hacerle una pregunta.

-Eso no podría decirte si ya lo sabía o es que me lo estaba imaginando.

-Supongo.

-Suponer es primario. ¿Cuál es tu pregunta?

-Tengo miedo de enfadarle, tipo poroso.

-Dispara. El tipo poroso sabrá responder.

-Allá voy. La pregunta es "¿Por qué?"

-Muy sintética. Sin embargo, yo la volvería a formular prescindiendo de una palabra.

-¿Quiere que elija "por" o "qué" y se lo plantee en forma de pregunta?

-Eso es. Me ayudará a responderte.

-Pues elijo "qué".

-¿Por qué has elegido “qué" y no “por"?

-Pues porque “qué" es pronombre, y “por” una preposición. Supongo que el criterio ha sido la carga semántica mayor.

-¿Qué me estás contando?

Y así toda la puta tarde.