miércoles, 25 de abril de 2012

SIGILOSO SILOGISMO PSICOLÓGICO

Él no pensaba que sus torpes pasos le fueran a llevar hasta allí. Pero ya estaba delante del bosque. ¿Y ahora qué? Las dos mitades de su también torpe cerebro defendían opciones distintas al respecto. Y hablaron tan bajo que sólo se las podía oír a ellas:


-Los bosques de pinos son lugares donde, mires hacia donde mires, verás pinos. ¿A que ahora odias un poco más los bosques de pinos?
-Me gustan los pinos.
-Correcto, eso es porque eres humano. Pero no estamos hablando de pinos, estamos hablando de bosques.
-No habría bosques de pinos sin pinos.
-De nuevo correcto. Sin embargo… podría haber pinos aislados. ¿Cierto?
-Eso es cierto. Pero los bosques son bellos.
-Los pinos son bellos, hermanito, los bosques son pura redundancia.
-¿Pura qué?
-Pura redundancia. ¿Tenías que hacer el chiste justo ahora, verdad? En medio del silogismo.
-Perdona por el chiste, no he podido evitarlo, nunca puedo.
-Pinos a cada lado, eso es un bosque.
-Tú no has visto el pino del que te hablo.
-Espera un momento, aún no me has hablado de ningún pino.
-Olvídate de los pinos, estábamos hablando de bosques… y yo estoy empezando a pensar que a ti lo que no te gusta es la sombra. Hermanito.


Podrían haber estado así durante semanas. Pero, conscientes de ello, cansadas de analizar y analizarse, las dos mitades de su torpe cerebro pararon. Callaron. Pensaron. Y en ésas están todavía. Mientras tanto, en el bosque, ni un alma.

No hay comentarios: