domingo, 25 de noviembre de 2012

Primero de arquitectura

Si es que no sé ni por dónde empezar. ¿Por el principio? No, eso sería demasiado obvio. Debería estar estudiando, o corriendo. Bien, seré breve porque tengo frío, y dramático porque llueve. Empezaré por contarte que te veo y te escucho con más frecuencia de la que tú te imaginas y, desde luego, con menos de la que yo quisiera. Te veo porque te enciendes, porque me enciendes, te digo. Porque me pones ciego. Porque haces fuego conmigo, no sé si me entiendes. Y, como un arquitecto del aire, levantas a mi alrededor complejas bóvedas, paredes infinitas y suelos del más bruñido y oscuro mármol. Qué digo oscuro, negro. Qué digo negro, zahíno. Y cuando has acabado la obra, yo miro hacia arriba y contemplo la perfección de su factura. Y no quiero salir de ese templo del que ya me has dado las llaves. Porque tú nunca las llevas. Ya ves. Y creo intuir que el dios al que se venera en esa casa pagana que has levantado puede ser bondadoso o terrible, dependiendo de qué ofrendas reciba. Pero eso no me inquieta. Al fin y al cabo, es sólo un dios ¿Qué daño podría hacerme un dios? ¿Eh? Existe, sin embargo, una situación con respecto a la cual me daría vértigo ser realista. Y es que, si la obra megalómana de la que me has rodeado cede, si se caen sus bóvedas, si se doblan sus arcos, si sus paredes se precipitan (y digo precipitan) hacia el zahíno y brillante mármol de sus suelos, acabaré aplastado entre escombros de preciosos y pesados materiales. Y va a ser así, porque no pienso salir de tu templo. Y es que el terremoto me encontrará sentado, mirando mi reflejo en la piedra pulida y apreciando la sutil ironía de compartir destino con el dios que allí mora. Y me reiré a ratos, mientras todo se desmorona, observándole buscar una grieta por la que colar su divino y etéreo cuerpo. Pero tampoco él podrá salir. Porque he cerrado por dentro y he tirado las llaves. Ya ves.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debería haber estado pintando,o moviendo el sofá.
Pero, estaba corriendo y ... las he encontrado.
Y me he visto obligada a hacer dos duplicados.
Porque lo mejor es no querer usarlas, sabiendo que las tienes en tus manos.